Tradicionalmente, la conversión de palabras a conceptos se ha realizado utilizando un tesauro,[2] y para las técnicas computacionales la tendencia ha sido la misma.
Normalmente, cada palabra en un idioma determinado se relacionará con varios posibles conceptos.
Hay muchas técnicas para la desambiguación lingüística que pueden ser utilizadas.
Recientemente, las técnicas que se basan en similitud semántica entre los posibles conceptos y el contexto han aparecido y ganado gran interés en la comunidad científica.
Estas estructuras pueden ser utilizadas para producir simples estadísticas de ciertos miembros del árbol, que a su vez, se puede utilizar para localizar cualquier documento en un espacio euclidiano de conceptos.