Miguelito se inició en la música popular integrando un sexteto, donde además de cantar tocaba diferentes instrumentos.
También participó en charangas y en el 1933 estuvo en el Sexteto Occidente de María Teresa Vera.
Trabajando en ella logró definir su sello fundamental influido por los ritmos afro de la música cubana.
Allí se unió a la orquesta de Xavier Cugat, debutando en el Hotel Waldorf Astoria.
No obstante el mal pronóstico médico, Valdés se recuperó de esta dolencia.