Su padre poseía una de las fortunas más grandes del Perú, sustentada principalmente en haciendas, minas, negocios bancarios, etc.
Aficionado a la caza, empezó cobrando piezas en los andes y en el oriente peruano; luego participó en varios safaris en África donde se hizo de piezas de caza mayor como elefantes, leones, hipopótamos, etc.
También estuvo en la India, donde cazó a un tigre de bengala cuyo tamaño fue considerado récord mundial en su especie.
Bajo los auspicios del gobierno peruano, las exhibió en numerosos países de América y Europa.
Mujica comentó con humor que le había tocado presidir el mejor gabinete de la historia republicana del Perú, pues no había tenido tiempo de hacer nada malo.