Desarrolló su carrera deportiva entre las más importantes categorías a nivel nacional de su país, destacándose en el Turismo Carretera y el TC 2000.
En su palmarés se destaca su título en el año 1985 de la Fórmula Renault Argentina, donde se convirtió en el único piloto en consagrarse campeón con un chasis armado por el preparador Oreste Berta, siendo al mismo tiempo el único en consagrarse con un chasis diferente a los tradicionales Tulia XXV de Tulio Crespi, que fueran homologados por la categoría hasta el año 2006.
Durante su trayectoria deportiva se destacó como defensor de la marca Ford en el Turismo Carretera y de Renault en el TC 2000.
Tras su retiro trabajó como director deportivo de la desaparecida escudería Oil Competición, donde acompañó a José María López en el Top Race.
Al mismo tiempo, supo acompañar al piloto cordobés en las dos ediciones de la "Carrera de la Historia" del Top Race, como invitado en la competencia de pilotos retirados.