[cita requerida] Al celebrarse el tercer centenario del Quijote (1905), ganó su primer premio, convocado por el Instituto Turolense, con el trabajo titulado Veinte faltas sintácticas del Quijote, en el que enmendaba a Miguel de Cervantes.[3][4] En Berlín hizo amistad y compartió pensión con Pedro Bosch Gimpera, con el que luego tradujo Hispania de Adolf Schulten.Ligado al Centro de Estudios Históricos que dirigía Ramón Menéndez Pidal, en la sección de Filología, colaboró estrechamente con el padre Zacarías García Villada y trabajó sobre textos hispanolatinos.Un año antes, Emiliano Barral le había esculpido un busto que se guarda en esa institución.Américo Castro, resumía en la gran labor de Artigas con estas palabras: me parece que ha sido todo una fantasía y que no es posible que aquella porquería esté hoy en manos de quién está y andando como anda.Iniciada la guerra civil española se encontraba en Aragón (concretamente de vacaciones en su pueblo natal, Blesa), y temió volver a Madrid, siendo cesado en su puesto, al igual que ocurrió con un gran número de intelectuales que dejaron la zona republicana o no regresan a ella como Ramón Menéndez Pidal, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala.Artigas se presentó en Zaragoza pocos días después del golpe de Estado, donde manifestó ante el rector Gonzalo Calamita su adhesión al «Movimiento».En su segundo número, con portada dedicada a Adolf Hitler, Artigas firmaba un artículo referente al Imperio español.