La gran ventaja de los micropagos es que teóricamente pueden permitir obtener ingresos a ciertos productos.
Para reducir esto iTunes lo que hace es agrupar transacciones lo cual provoca un retraso en los pagos.
Considera que nuestros cerebros están programados para izar una bandera cuando nos enfrentamos a un precio.
Por tanto, aunque tengamos que pagar un céntimo, nos preguntaremos si realmente vale eso; pero si es gratis, la bandera no se iza.
Este es el motivo por el que se explica el fracaso del sistema de micropagos por ver algunas webs.
[1] Para contenidos digitales ya en los años 1980, en los primeros servicios en línea como el Btx alemán se introdujo el sistema pay-per-click («pago por clic»).
El cliente adquiere un medio (tarjeta de prepago, cuenta virtual) que le da el derecho a realizar compras.
Es decir, que se podían realizar distintos pagos a través de la misma factura telefónica.
En el primer caso, el cliente realiza una transferencia en línea a través del celular y obtiene así un monto virtual para el pago de servicios, mientras que en el segundo caso realiza sus pagos en forma conjunta con la factura telefónica.
Si bien el mecanismo de pago por SMS puede parecer sumamente práctico, existen obstáculos considerables para su implementación.