Con el lanzamiento del producto Paysafecard –también conocido como «dinero en efectivo para Internet»– la empresa realiza una labor pionera y consigue iniciar su actividad en Alemania solo un año después de su fundación.
En 2008 se alcanza otro hito: la filial de Paysafecard group, Prepaid Services Company Ltd., obtiene una licencia para emitir dinero electrónico en toda Europa otorgada por la autoridad de servicios financieros británica (Financial Services Authority, FSA).
Al introducir el PIN en la tienda web, en el proceso de pago se descuenta del saldo el importe abonado.
El importe de dicho vale no es libre sino debe ser elegido por el cliente entre cantidades prefijadas.
Otra característica especial de Paysafecard, comparada con otros métodos de pago en línea es que el usuario no necesita divulgar sus datos personales para pagar en línea.
Pero como característica del anonimato tenemos que en el momento de reclamar si el servicio no se lleva a cabo, no se puede hacer sin registrarse (un usuario anónimo no puede reclamar) y además la empresa prestataria del servicio no puede demostrar a qué persona ha dado el servicio, por lo tanto hay un hueco legal, aparte del mal uso que se pueda hacer amparándose en el anonimato, como pasaba con las tarjetas de prepago telefónicas y desde los atentados del 11 de marzo en Madrid se ha decidido que no sean anónimas.
En cooperación con las autoridades competentes y las instituciones de protección del consumidor, un departamento creado ex profeso a tal efecto trabaja continuamente para detectar los riesgos potenciales y eliminarlos.
[2] El pago con paysafecard en euros no da lugar a tasas de ningún tipo.
Este se calcula en función del importe de las ventas mensuales con paysafecard y por sectores.