El microcrédito forma parte del concepto más amplio de microfinanzas.
Según su teoría, los pequeños préstamos podrían ayudar a muchas personas en problemas.
Un año más tarde, un colega, De Wolff van Westerrode, fue nombrado director del banco, que ahora se llamaba Poerwokertosche Spaar- en Landbouwcredietbank.
Los micropréstamos solo se hicieron populares con la fundación del Grameen Bank of Bengali Muhammad Yunus en 1976.
Como resultado, evaluar la solvencia le lleva menos tiempo al empleado del banco.
El proveedor privado más antiguo y más grande de microcréditos a través de estas IMF es Oikocredit International, que ofrece Oikocredit Netherlands Fund (ONF) en los Países Bajos.
Sin embargo, los clientes locales piensan que las tasas de interés no son tan malas, porque se compara con la alternativa, los usureros locales que a menudo cobran entre un 10 y un 50% por día.
Durante años, SM la Reina Máxima ha estado comprometida con las microfinanzas en los países en desarrollo en nombre de las Naciones Unidas, pero desde 2007, Máxima ha sido miembro del Microfinance Council, que apoya iniciativas para dar también el impulso necesario a los emprendedores principiantes en los Países Bajos.
La combinación de orientación y financiamiento es crucial, al igual que la atención especial a un grupo objetivo que tiene poco o ningún acceso al financiamiento regular de los bancos.
El microcrédito está disponible para empresarios principiantes y existentes que tienen dificultades o no tienen acceso al financiamiento de los bancos.
Qredits es una fundación independiente y el mayor proveedor de microfinanzas a nivel nacional.
Europa también está mirando con interés cómo se puede ayudar en el camino a las empresas emergentes de los Países Bajos.
En Bélgica hay tres organizaciones que ofrecen microcréditos muy específicos para particulares y emprendedores en su propio país: Crédal, MicroStart e Impulskrediet.
MicroStart opera tanto en Valonia como en Flandes; solo ofrece créditos profesionales.
Fiare Banca Ética, Microfides y Oikocredit impulsan la captación de fondos para ofrecer microcréditos tanto en España como en los países del Sur.
El objetivo inicial es apoyar a iniciativas comerciales de personas o grupos de personas con poca capacidad económica -emprendedores pobres- y así reducir la pobreza en que estos se encuentran.
También se pretende, en muchos casos, empoderar a las mujeres y estimular comunidades enteras por su extensión ya que en muchas comunidades, las mujeres carecen de un historial laboral estable que los prestamistas tradicionales tienden a requerir.
Muchas son analfabetas, y por tanto incapaces de completar el papeleo necesario para conseguir préstamos convencionales.
[1] El banco Grameen informó que las tasas de éxito del repago van entre 95 y 98 por ciento.
[4] Muchos bancos tradicionales han introducido en las últimas décadas el microcrédito a pesar de sus recelos iniciales.
[8] Carlos Gómez Gil afirma que los microcréditos representan uno de los mayores fracasos en las políticas de cooperación al desarrollo, siendo utilizados en no pocas ocasiones de forma fraudulenta para impulsar políticas e intervenciones neoliberales contrarias a los supuestos beneficios hacia sus destinatarios que con frecuencia se publicitan.
Este autor considera que las microfinanzas están siendo cuestionadas en todo el mundo entre otras razones por sus altos intereses (del 100, 200 y 300%).