La microimpresión se utiliza principalmente como técnica contra la falsificación, debido a su imposibilidad de reproducirse fácilmente mediante métodos digitales generalizados.
Boni fundó la empresa Readex Microprint para producir y licenciar esta tecnología.
También publicó el artículo "A Guide to the Literature of Photography and Related Subjects" (1943), que apareció en un número 18 complementario del Photo-Lab Index.
Desde entonces, se han emitido otros sellos con microimpresión más compleja incorporada junto con fechas, palabras y abreviaturas e incluso diseños de sellos completos compuestos por letras de microimpresión.
Las impresoras digitales de microtexto utilizan tipos y tintas especialmente diseñados a tal efecto.
En experimentos posteriores, pudieron fusionar las nanopartículas en una formación más compacta, una línea conductora continua.
Dichos experimentos no incluían directamente caracteres de fuente, pero podrían traducirse en ese uso.