Micoproteína

La única micoproteína en venta en Europa y América del Norte se llama Quorn, creada a partir de Fusarium venenatum.

El hongo se cultiva en cubas utilizando jarabe de glucosa como alimento.

La cuba se mantiene a una temperatura constante, también optimizada para el crecimiento; el hongo puede duplicar su masa cada cinco horas.

[1]​ Se pueden seleccionar cepas específicas que no producen micotoxinas en condiciones óptimas para reducir el peligro para los consumidores humanos.

Se realizan pruebas continuas para detectar problemas de reacciones alérgicas, que pueden ir desde dolor abdominal, náuseas y vómitos hasta reacciones asmáticas graves,[1]​[3]​ especialmente cuando se cruzan con esporas de moho inhaladas.

[4]​ La micoproteína es capaz de proporcionar una mayor saciedad que las fuentes de proteínas tradicionales como el pollo, a la vez que es rica en proteínas y baja en contenido calórico.