Recibió una completa formación musical desde la infancia temprana en el coro, o escuela de música, ligado al convento.
Llegó a ser su organista principal, además de participar activamente en la orquesta como violinista.
Su labor compositiva se alargó durante las direcciones de Francesco Gasparini, Giovanni Porta, Gennaro D'Alessandro, Nicola Porpora y Andrea Bernasconi en la escuela y la autorizaron a impartir enseñanzas de música en 1726.
Junto con Agata y Santa della Pietà, Michielina fue una de las tres niñas expósitas residentes en el Ospedale que llegaron a ser compositoras.
Es conocida por haber compuesto una letanía para el Festín de la Natividad en 1740 y un arreglo del himno Pange lingua en 1741.