Michele Cavataio

Después de la Segunda Guerra Mundial, hizo su fortuna vendiendo gasolina que había robado a la marina italiana.

Actuaban contra los trabajadores portuarios boicoteando las posibles huelgas, y no dudaban en disparar a los huelguistas si era necesario.

Cesare Manzella, los primos Greco de Ciaculli y los hermanos La Barbera habían financiado la expedición.

Las sospechas recayeron sobre Calcedonio Di Pisa, que había recogido la heroína y organizado su transporte hacia Nueva York.

[7]​ Cavataio luego participó, junto con Pietro Torretta y Buscetta en varios atentados con coche bomba contra los Greco y sus aliados, considerados enemigos por su intrusión en el mercado de productos al por mayor.

Ello llevó a que aparecieran los primeros indicios de lucha contra la mafia por parte del Estado.

La Comisión fue disuelta y muchos de los mafiosos que habían escapado del arresto se fueron al extranjero.

Se hizo evidente que Cavataio —y no los La Barbera— había colocado la bomba y fomentado la mayor parte de los acontecimientos.

Provenzano salvó la situación con su ametralladora Beretta Model 38/42 con lo que se ganó una reputación como eficaz asesino.

[3]​ Grado dijo que ayudó a organizar el golpe y fue testigo de los asesinatos.

"Todo el mundo tenía miedo de Cavataio", según Grado, un primo del pentito Salvatore Contorno.

[3]​ No será hasta 2007 que Salvatore Riina y Bernardo Provenzano fueron a juicio por su papel en la masacre de Viale Lazio.

[10]​[13]​ En abril de 2009, casi cuarenta años después del ataque, ambos fueron condenados a cadena perpetua.