[7][8] También se opusieron a la cooficialidad del catalán, al que llamaron "dialecto regional".
Al día siguiente el diario El Norte de Castilla titulaba: "Ante el problema presentado por el nacionalismo catalán, Castilla afirma la nación española".
[12] Años antes, en 1916, el periódico El Liberal arriacense, dirigido por Mariano Pastor, ya veía en un sentido positivo las reivindicaciones catalanistas si habían de servir para despertar el castellanismo: "Particularmente en Castilla no estaría de más un poco de espíritu regionalista... Ojalá las aspiraciones de los catalanes sirvan para despertar las nuestras, dormidas hace tantos años con un sueño muy parecido a la muerte".
[16] Los presidentes de las diputaciones castellanas entregaron el 6 de diciembre el manifiesto al presidente del gobierno Romanones y al rey.
Este último, que días antes había alentado al líder de la Lliga Regionalista Francesc Cambó a presentar la propuesta de bases del Estatuto, manifestó su solidaridad "con los gestos patrióticos de las provincias castellanas" y animó a los presidentes de las diputaciones a proseguir en su empeño.