[1] La idea de crear una unidad de diputaciones provinciales, que en principio iba a unir a las once de Castilla la Vieja y la Región de León, partió de Benito Sanz Encabo, presidente de la Diputación Provincial de Soria en 1912, durante la celebración del Congreso Agrícola de Burgos (1912).
Por ejemplo, en Soria, paga de enseñanza la provincia al Estado 11.000 pesetas más de lo que gasta.
En la misma provincia, en el correccional, hay 18 empleados para 32 reclusos, y Soria no puede dejar de tener más empleados de los que necesita".
[2] En 1922, reunidas en Burgos, las diputaciones de Ávila, Logroño, Palencia, Segovia, Valladolid, Zamora y Burgos, con la adhesión de Soria, elaboraron la Declaración de las Diputaciones Castellanas a propósito de "la implantación del nuevo régimen arancelario y, muy especialmente, con la fijación de la tarifa aduanera señalada para el trigo".
Los acuerdos tomados en esta reunión fueron comunicados al resto de diputaciones interesadas.