Meneses de Campos

Es un pueblo de la llanura terracampina con una altitud en torno a los 750 m s. n. m. que alcanza su altitud máxima no en lo que se conoce como el pico de Pedro Cuco con 762 metros, sino en las Pedreras, donde la altitud alcanza los 775 metros.

Otra cosa muy distinta ocurría en invierno cuando el río se salía, las aguas invadían las tierra de cultivo y llegaban a penetrar en el mismo pueblo.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en el partido de Frechilla, conocido entonces como Meneses[3]​ y que en el censo de 1842 contaba con 154 hogares y 801 vecinos.

Pasado el tiempo, el rey Ordoño llega de cacería al pueblo, siendo hospedado por los Tellos, que le obsequian con una comida.

Esta leyenda queda perfectamente reflejada y explicada en el libro Historias y leyendas palentinas de F. Roberto Gordaliza Aparicio, editado por Cálamo.

A Meneses de Campos vinieron los meneses, habitantes del Valle de Mena que se asentaron en la Tierra de Campos palentina como final del camino que habían emprendido en su escondido valle cantábrico.

Todos los historiadores coinciden en señalar que el Valle de Mena jugó un papel primordial en el nacimiento de la primitiva Castilla, la anterior al Condado y que fue aquí, en el monasterio de Taranco, donde se escribió por primera vez la palabra Castilla.

La repoblación, la Reconquista, se inició desde tres valles independientes entre sí.