La medalla de San Benito, conforme a la tradición cristiana, debe ser exorcizada y bendecida por un sacerdote católico benedictino.
El papa Benedicto XIV la aprobó en 1742 y la fórmula de su bendición se incorporó al Rito Romano.
En el fondo de la imagen aparece la frase Crux Sancti Patris Benedicti (Cruz del Padre San Benito).
El reverso muestra la cruz de san Benito con las siguientes iniciales: En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha: Algunas medallas incluyen también el monograma de Jesucristo: IHS, o JHS.
El 12 de marzo de 1742 Benedicto XIV otorgó indulgencia plenaria a la medalla de san Benito si la persona cumple las siguientes condiciones: Se realiza el Sacramento de la Reconciliación, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el santo rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe Cristiana o participa en la Santa Misa.
Aquel que haya sido excomulgado de la iglesia y arrepentido cumpla su penitencia una vez se haya confesado ante la autoridad, obispo o superior y comulgue el domingo de resurrección será glorificado obteniendo la indulgencia (Jn 13, 31-35).