Radicado en España, dirigió la Casa de Velázquez, centro cultural francés en Madrid.
Desde entonces, Legendre realizó una permanente campaña para llamar la atención de la opinión pública sobre el problema hurdano, denunciando su abandono histórico y penosa situación.
Durante toda su vida, Legendre siguió interesándose por el problema hurdano, y a él dedicó su tesis doctoral presentada en la Universidad de Burdeos (Las Jurdes: étude de géographie humaine, 1927[1]).
Ese mismo año organizó una peregrinación internacional para pedir por la paz del mundo.
Nombrado hijo adoptivo de La Alberca, cuenta con un busto en esta localidad salmantina.