Mateo Ferrer y Oller
Fue conocido por sus conciudadanos, que lo tenían en gran estima, como «Mateuet».Cuando Baguer murió, en 1808, Ferrer le sucedió en el cargo de organista, y permaneció allí hasta su muerte.Ocupar los dos cargos musicales principales del templo más importante de la ciudad y la dirección del teatro de ópera, le daba una posición absolutamente privilegiada dentro del panorama musical de la ciudad.El funeral que se celebró en su honor en Santa María del Mar fue multitudinario y constituyó la prueba de la estima en que le tenía.Dejó producción religiosa como misas, motetes, letanías, himnos, cánticos, un oratorio titulado Nabucodonosor para el Oratorio de San Felipe Neri y tres sinfonías; estas, siguen invariablemente la estructura que habitualmente, hoy en día se conoce como obertura: un allegro en forma sonata precedido de una introducción breve lenta.