Así en 1828 estrenó una Misa pastoral que se presentó en Roma con gran éxito.
[3] Es una obra de gran inspiración melódica y de instrumentación original, que alcanzó una gran difusión en todo el siglo XIX.
[4] También escribió una Pregària de la Verge, para coro, un Tantum ergo, un O salutaris y un gran número de motetes, letanías, gozos y responsorios.
También compuso un Caprici para gran orquesta, dos sinfonías y diferentes piezas para piano.
Discípulos suyos fueron Eduard Domínguez, Josep Teodor Vilar y otros músicos importantes.