Debido a su meteórica carrera y los fastos de su funerales se ha supuesto que era pariente del emperador Teodosio, y de ahí su presunta hispanidad.
[3][4] Sin embargo, algunos autores recientes han cuestionado su papel en los acontecimientos y su reputación general como fanático cristiano y destructor de templos.
En 388 Teodosio le elevó al consulado, aunque murió ese mismo año.
Al cabo de un año su esposa Acantia hizo trasladar a pie su cadáver desde Constantinopla a Hispania.
[5] También se ha sugerido que le estaba destinada la villa romana de Carranque (Toledo),[6] aunque no haya más que pruebas circunstanciales que apunten hacia ello,[7] y Javier Arce Martínez, de la Universidad de Lille-3 y el CSIC, discrepa de tal posibilidad.