Sublevación de los prisioneros de San Luis

Salió en efecto, mas en vez de apaciguar los espíritus difundió la alarma, y excitó al pueblo a vengar los insultos que había recibido de los godos, nombre con que se llamaba peyorativamente a los realistas.

Todos los españoles, o sea, ciudadanos leales a España, que se encontraron por las calles fueron pasados a cuchillo, y muchos fueron también muertos en sus casas: han sido cincuenta los asesinatos cometidos en este fatal día, y de los oficiales realistas retenidos en San Luis sólo dos se libraron de la muerte.

[3]​ Al año siguiente Dupuy fue depuesto y procesado por los hechos de San Luis, alegando en su defensa haber cumplido órdenes secretas de San Martín, fue desterrado a La Rioja de donde fugó a Chile para luego unirse al ejército libertador que operaba en Perú.

[7]​ Cuando poco después la escuadra chilena de Lord Cochrane realizó una nueva tentativa sobre el Callao, fue rechazado con renovado brío por las baterías de tierra, señalando él mismo tras la acción: "He notado también un espíritu muy diferente al que parecía animar antes á los artilleros enemigos.

Yo no puedo conjeturar la causa de esto; pero temo que hayan sido excitados á ello por bajas y feas imputaciones fabricadas por el Gobierno español, especialmente sus escandalosas insinuaciones relativas á lo que ellos llaman el asesinato en la punta de San Luis.

Premio a los que sofocaron la conspiración de prisioneros en San Luis.