Martirologio romano

La mayoría de los martirios se dieron en las diez persecuciones que sufrieron los cristianos por parte del Imperio romano, en concreto, las de Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano.

La mayor parte de elementos que intervienen en la formación de los primeros son directa o indirectamente comunes a los segundos, aunque los martirologios tendrán algunos elementos que desconoce el calendario.

Esos elementos, comunes o no, son: No se trata ya de un simple calendario, sino que es reconocido unánimemente como el martirologo más antiguo que se conoce.

Lleva como título: «Nombres de nuestros señores mártires y victoriosos, con las fechas en que recibieron sus coronas».

Es obra de un desconocido que tradujo del griego al latín el martirologio (perdido) que había dado lugar al martirologio Siriaco, y combinó con este texto las depositio romanas y el calendario de África.

El papa Gregorio XIII (1572-85), una vez consiguió implantar la reforma del calendario que lleva su nombre, se propuso ya en 1580 la publicación de un martirologio Romano oficial: una edición del martirologio susceptible de recibir su aprobación oficial.

Después de haber publicado algunos ensayos parciales, salió a la luz pública en Roma, en 1583, el Martyrologium Romanum ad novam Kalendarii rationem et ecclesiasticae histórice veritatem restitutum, Gregorii XIII Pont.

Justo tres años después, el 29 de junio de 2004, se promulga una segunda edición típica, mediante el Decreto A Progenie in Progenies, donde se introdicen correcciones y actualizaciones a la primera.

Martirologio de Santos que han sido martirizados.