Sus esculturas comprenden tanto la carencia de componentes narrativos como la riqueza formal y simbólica.
Realizó varios viajes a la costa africana (Marruecos, Sahara, Senegal…) para aprovisionamiento de los buques, experiencia que se haría presente en su obra.
Durante algunos años completó su formación con su trabajo como ayudante de Manuel Ramos, que se traslada a Madrid.
Al año siguiente viajó a Londres, donde tomó clases en la School of Fine Arts; la estancia le permitió conocer la escultura contemporánea inglesa (Henry Moore, Barbara Hepworth).
Le acompañaban sus amigos Manolo Millares, Elvireta Escobio, Manuel Padorno y Alejandro Reino.
La estancia de un mes en Londres le permitió conocer las esculturas sumerias y egipcias del British Museum, por las que se mostró interesado.
En febrero de 1957 se funda el "Grupo El Paso", con Antonio Saura, Manolo Millares, Manuel Rivera, Rafael Canogar, Luis Feito, Antonio Suárez, Pablo Serrano, Juana Francés, José Ayllón y Manuel Conde.
Tras su exposición en el Ateneo se sumó Martín Chirino, además de Manuel Viola, y se darían de baja posteriormente Pablo Serrano, Juana Francés y Antonio Suárez.
Al año siguiente realizó su primera exposición individual en la Grace Borgenicht Gallery (Nueva York).
En 1964 realizó un viaje de dos meses a Grecia, que influirá en su serie “Mediterránea”.
En el X Concorso Internazionale del Bronzetto de Padova le concedieron el Primer Premio Internacional.
En una nueva exposición en la Grace Borgenicht, presentó como novedad los “Aeróvoros”, esculturas de apariencia ingrávida y voladora bautizadas por Maud Westerdahl.
En este contexto realizó la exposición individual "Afrocán" en la Galería Juana Mordó de Madrid.
En el n.º 20 de la revista Guadalimar apareció su texto "Pintadera de 7 puntos", en el que abogaba por una revolución cultural canaria fundamentada en el estudio y conocimiento del arte aborigen, pero atendiendo a la universalidad del arte.
En 1979 la exposición “Afrocán” en la Grace Borgenicht Gallery causó un notable interés en la prensa neoyorquina.
En 1992 decidió no presentarse a la reelección, para concentrarse en la dirección del CAAM y en su propia obra.