Su fe, si la ha tenido, es algo muy íntimo, como todo lo suyo», relató su hermano Manuel Montt Balmaceda.
Zapallar siempre fue un balneario vanguardista, así que la prohibición no tuvo efecto y el traje baño de dos piezas fue obligatorio entre las mujeres más pudientes.
«La Marta era la única que tenía permiso del padre Antonio Zanoletti (párroco de Zapallar) para usar bikini porque era muy estética, pero las charchas no las soportaba»,[cita requerida] según Adriana Letelier.
Inspirado en Circe, Raimundo Larraín la vistió con auténticas joyas y trajes del Museo Topkapi.
El resultado, una producción espectacular que iluminaron ocho páginas de la revista Vogue.
Junto con su trabajo en dicha revista, sus fotos inundaron otras publicaciones, como Paris Match y Life, por nombrar algunas.
Su trabajo de modelo fue publicado en el libro The Best of Life entre las mejores fotos del mundo.
La decoración la hacía con el fotógrafo Stephan Loebel, con quien mostró las mejores casas de Santiago.