Martín Echegaray

Amasó una gran fortuna con negocios de navegación y comercio transoceánico.

Fue presidente del Centro Republicano Vigués y miembro de la Loxa Masónica Vicus nº 8.

Más tarde sus restos fueron trasladados a Buenos Aires, donde descansan en un panteón familiar.

Sus otros hijos, Juan, Eduarda, Luis, Isabel e Inocencia, se exiliaron, con su madre, en Argentina y otro hijo, Martín Echegaray García, pintor, permaneció en Francia.

Durante la República la carretera que comunicaba la estación de Corujo con Canido llevó su nombre.

Anuario de ferrocarriles españoles. 1915, p. 275.