Esta villa, junto con las vecinas de Gérgal y Velefique y el lugar de Febeire, integraban el señorío y estado de Bacares, que fue otorgado por los Reyes Católicos en el repartimiento del reino de Granada a Alonso de Cárdenas, último maestre de la Orden de Santiago, fundador y I señor de la villa y castillo que en su memoria se llamó Puebla del Maestre.
Y era al suceder en la casa principal cuando pagaban las medias annatas y obtenían los Reales Despachos de sucesión en ambas mercedes.
Esto daba lugar a una cierta ambigüedad en el uso del título: en un mismo momento, el dictado de marqués de Bacares se podía aplicar al primogénito (con frecuencia de corta edad) o a su padre el conde, que era el titular del último Real Despacho y el señor de la villa y estado de Bacares, vinculado al mayorazgo de la Puebla.
En esta lista se incluye a cuatro marquesas (la III, la VI, la VII y la VIII) que no llegaron a suceder en la casa principal, aunque fueron primogénitas, ni titularon por el marquesado.
Para los trece primeros titulares, se indican como «periodo» los años en que cada uno fue inmediato sucesor del anterior conde de la Puebla.