Mario Góngora

[4]​ Intelectuales conservador-revolucionarios como Oswald Spengler, Ernst Jünger, Stefan George, y particularmente Carl Schmitt,[5]​ dejan una gran huella en su trabajo, sin embargo, es el chileno Alberto Edwards quien más influyó en su obra.

[6]​ Así pues, se ha dicho que con la obra de Góngora el pensamiento conservador en Chile adquiere una madurez reflexiva.

Aficionado al juego, nunca logró procurar sustento para su mujer y sus cuatro hijos, aún pequeños, lo que motivó la separación del matrimonio; la madre regresó con los niños a Chile y la familia dejó de tener contacto con el padre.

[7]​ Es descendiente directo por vía paterna del crónista español Alonso de Góngora Marmolejo.

Ese grupo se trasformaría en la Falange Nacional, futura Democracia Cristiana, y aunque Góngora siempre fue cercano a él, jamás militó entre sus filas.

También trabajó en la redacción de la revista Lircay, fundada en 1934, que evocaba la batalla que estableció el sistema autoritario en Chile con Diego Portales a la cabeza, llegando a ser su director por varios años.

[16]​ La pareja tuvo una hija, María Eugenia, nacida en Sevilla, cuando Góngora investigaba en el Archivo General de Indias.

Al observar que no llegaba una normalización democrática y el gobierno se dedicaba a derrumbar el estado de bienestar, progresivamente se fue convirtiendo en opositor al régimen, de lo que dejó constancia en su Diario.

Dicho peligro radicaría en su efecto destructivo hacia la "noción" de Estado, clave en su interpretación historiográfica.

Pontificia Universidad Católica de Chile , su alma mater y última institución como académico.