Marina Petrovna Románova nació en Niza como la hija mayor del gran duque Pedro Nikoláievich Románov y la princesa Militza de Montenegro.
Durante la Primera Guerra Mundial, fue enfermera del Ejército Blanco estacionado en Trebisonda.
[1] En 1919, ella y su familia huyeron de Rusia a bordo del británico HMS Marlborough.
Cerca de la casa, Marina Petrovna construyó una capilla ortodoxa: le gustaba la historia de la arquitectura y coleccionaba elementos arquitectónicos antiguos.
También llevó una vida retirada dedicada a las actividades literarias.