Marilyn Bronfman
Ambos progenitores se conocieron en Estados Unidos, donde vivieron varios años y donde nació Marylin.Con Emilio Petoruti y Lucio Fontana aprende el dibujo y la escultura respectivamente en Buenos Aires; estudia también cerámica en la Escuela Industrial de Cerámica de Argentina.En Chile al pertenecer al mítico Taller 99, que por los años 56 dirigió Nemesio Antúnez (conocido arquitecto, pintor y, más tarde, director del Museo Nacional de Bellas Artes) Bronfman resultó ser parte del colectivo de grabado más antiguo del continente dejando gran huella para las artes visuales en Chile.Gracias a la continua labor del taller 99 para el fomento del arte nacional grandes figuras de la plástica nacional, entre ellas Marylin Bronfman sitúan a esta técnica como un lenguaje que en el país ya es autónomo, que tiene valores propios y es autosuficiente por ser un medio expresivo capaz de popularizarse rápidamente en el ámbito local.[3] Los temas que la inspiran son varios, como la Torá, el judaísmo, los Andes, la música, la filosofía, etc.