Popelin trabajó junto a Isabelle Gatti de Gamond en pro del desarrollo de la educación en la mujer,[1] y en 1888, se convirtió en la primera mujer en Bélgica en recibir un doctorado en leyes.
La Declaración de dicha institución era la siguiente: «Crear, no una mujer libre, como aquella que sueña la imaginación de aquellos sacristanes delirantes, sino una mujer emancipada, honrosamente emancipada, por el trabajo, por el talento y por la ciencia».
[5] Esta frase inspiró a Marie Popelin en su lucha feminista por la emancipación de las mujeres.
En 1880, enseñó durante un año los cursos normales temporales Froebel creados por el Estado.
La Universidad había abierto sus aulas a las mujeres en 1880, abriendo así el camino para la emancipación femenina y el reconocimiento de la igualdad.
[7][8] Inicialmente no obtuvo mucho apoyo cuando quiso poner en práctica su carrera.
Sin embargo, le fue concedido el derecho a participar en la defensa en casos reales.
[9] Con sus estudios terminados, Marie Popelin se propuso defender los derechos de todo ciudadano convirtiéndose en abogada.
Tiene derecho al respeto y no puede ser considerada como un satélite del hombre ».
[5] Marie Popelin abogaba por un feminismo moderado, distinto a la vez del feminismo que rechaza toda colaboración con los hombres y del movimiento conservador que limita el rol de las mujeres a las tareas domésticas.
En 1898, Louis Frank y Marie Popelin organizaron el Congreso feminista internacional de Bruselas.
Durante el congreso, constató que se habían adoptado varias normas favorables a la emancipación de la mujer.
Sin embargo, el consejo del Colegio rechazó la petición, pues solo las personas que hubieran prestado el juramento de la profesión de abogado podían obtener tal estatus, lo que excluía a Marie Popelin.