Nació en París, su familia se trasladó a Bruselas cuando ella tenía cinco años, después de haber perdido su fortuna en un fallido falansterio —una comunidad utópica inspirada en los escritos del socialista utópico Charles Fourier— en Císter.
Regresó a Bruselas en 1861 y continuó su educación siguiendo cursos públicos organizados por el gobierno de la ciudad.
En 1864, con la ayuda económica del Ayuntamiento, puso en marcha los primeros cursos sistemáticos de educación secundaria femenina (Cours d'Éducation pour jeunes filles).
Excepcionalmente para la Bélgica de la época, esta empresa fue completamente independiente de la Iglesia católica y proporcionó la primera educación secular organizada para mujeres en Bélgica.
Las características principales de estos nuevos establecimientos se bosquejaron en Cempuis y se reprodujeron en Forest-Brussels: coeducación, instrucción racional, trabajo manual, cultivo de los sentidos a través de la música y el dibujo, viajes, canciones, etc.[3] Gatti se retiró del trabajo educativo en 1899 y entró en política como activista del Partido Obrero belga.