Lo llamaban el "Challatejeta" o "chaya-tegeta" (arena retobada).
Poseía un café y billar en la esquina de la calle de La Merced donde se reunían los independentistas, a cuyo partido adhirió tempranamente.
Allí fue encargado junto a Melchor Jiménez (alias "el pichitanga") para sondear a los soldados del batallón de guardia.
Esa noche fue conducido al Seminario, se le comunicó la sentencia y fue puesto en capilla.
El día 29 de enero fue ahorcado junto con Murillo y los restantes líderes ajusticiados.