De su primera infancia en Madrid hay pocos datos biográficos.Desde entonces viene a vivir Almendralejo junto con su madre, en el Palacio de Monsalud.En su ingreso pronunció un discurso titulado «Arqueología romana y visigótica de Extremadura».El palacio quedó deshabitado y su colección comenzó a sufrir pérdidas.Lo que quedaba de la Colección Monsalud pasó en 1930 a poder del librero barcelonés D. Rafael Casulleras, y sólo una parte pudo ser salvada por la Administración del Estado e incorporada al Museo Arqueológico Nacional de Madrid.