Hoy es recordada en particular por sus historias de fantasmas victorianas, como la novela corta La puerta abierta (1882).
En este tipo de relato, ya de corte moderno, el protagonista será directamente el espectro, cuyas apariciones no se producirán en lugares misteriosos, sino en ámbitos cotidianos, sin sustos ni gritos.
En mayo de 1852 Margaret contrajo matrimonio con su primo, Frank Wilson Oliphant, en Birkenhead, estableciéndose en Harrington Square, Londres.
Esta fue su residencia hasta el final de sus días; durante treinta años se mantendría literariamente en la brecha, pese a que fueron acumulándose las desgracias familiares.
En los años 80 del siglo XIX había sido mentora literaria de la novelista irlandesa Emily Lawless.
Historia y crítica: La autora trabajaba al morir en Annals of a Publishing House, la memoria del desarrollo de la revista Blackwood, con la que tan involucrada había estado durante toda su vida.