Marco Tulio Cicerón o Cicerón el Menor (en latín, Marcus Tullius Cicero Minor) fue cónsul suffectus de la República romana en 30 a. C., sucediendo en el cargo a Cayo Antistio Veto a mediados del mes de septiembre.
[2] Con frecuencia su padre, en sus cartas, se refiere a su hijo en términos afectuosos, y lo convirtió en su compañero de su viaje a Cilicia en 51 a. C. En el otoño siguiente a su llegada, fue enviado junto con un primo, Quinto Cicerón, para hacer una visita al rey Deyótaro de Galacia,[3] mientras que el procónsul proseguía la guerra contra los montañeses del Amanos.
Mientras estaba en Atenas, escribió una carta a Tiro,[10] un esclavo y más tarde liberto de la familia de Cicerón, en la que dijo que estaba practicando la declamación en griego con Gorgias,[11] pero tuvo que abandonarlo, porque su padre, a quien no quería ofender, así se lo había solicitado.
Cicerón el Menor entonces tomó lección de declamación en griego con Casio, y latín con Bruto, los dos principales conspiradores en el asesinato de César, que, tras la muerte del dictador, se encontraban en Grecia tratando de ganar apoyo en su guerra contra el Segundo Triunvirato.
Por una coincidencia singular, como cónsul, a Cicerón le correspondió anunciar la muerte de Antonio al Senado.