Marco Antonio Órdenes Fernández

En 1973, realizó su Iniciación a la Eucaristía en la ciudad de Arica.Es en ese entonces cuando a partir del impacto de la figura del Papa Juan Pablo II y las personas enfermas de cáncer del servicio de ginecología, especialmente las mujeres con enfermedad terminal, su vocación sacerdotal lo llamó a entrar al Seminario Pontificio Mayor de Santiago.En 1989 ingresó al Seminario Pontificio Mayor de Santiago, donde realizó sus estudios filosóficos y teológicos.También ha ejercido como profesor de Ética en la Universidad Santo Tomás.La renuncia fue aceptada al día siguiente por el Papa Benedicto XVI, quien designó como Administrador Diocesano al arzobispo de la Arquidiócesis de Antofagasta, Monseñor Pablo Lizama Riquelme.La investigación civil está a cargo del fiscal Raúl Arancibia Plaza (el cual investigó los crímenes del sicópata de Alto Hospicio en el año 2001, y luego designado Fiscal Regional de Tarapacá), mientras que la eclesiástica fue realizada por el nuncio apostólico en Chile, monseñor Ivo Scapolo.Como consecuencia, Órdenes optó por renunciar a su cargo, que fue ratificado por la Santa Sede al día siguiente.A pesar de sus acusaciones, aún no se ha podido demostrar su culpabilidad, ya que Rodrigo Pino no se ha presentado a ninguna audiencia después de la severa acusación al prelado.No obstante, fueron desestimados por la organización, prefiriendo en su lugar, a víctimas de violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar, que fueron acogidas en diversas parroquias de la diócesis, durante una recepción realizada en el Santuario Nuestra Señora de Lourdes, después de la misa que el Pontífice realizó en Playa Lobito.Dicha sentencia, avalada por el Papa Francisco, fue definitiva, sin apelación.Previamente, el Pontífice aplicó la misma sanción contra el ex-obispo de Osorno, Juan Barros, del ex vicario de la solidaridad Cristián Precht Bañados, y el ex-sacerdote Fernando Karadima, los que también fueron removidos del sacerdocio y excomulgados (Monseñor Juan Barros no ha sido removido del sacerdocio).Finalmente, al asumir Covili como actual obispo de la diócesis, se determinó eliminar el rostro de Órdenes del mural ubicado en el baptisterio del Santuario de La Tirana, siendo pintado en su lugar, a San Juan María Vianney, al igual que a Franklin Luza, el cual fue reemplazado por el rostro de un diácono.