Se sospecha que asesinó alrededor de 60 víctimas durante su vida, aunque el número real permanece desconocido.
Reportes posteriores a su muerte afirman que cometió diversos actos de delincuencia y criminales durante su juventud, pero no está claro si fueron reales o inventados posteriormente para el consumo masivo.
[3] Durante la Primera Guerra Mundial, Petiot se alistó como voluntario en el ejército francés y entró en servicio en enero de 1916.
Fue transferido tres semanas después, luego de que supuestamente se hiriera el pie adrede con una granada, aunque fue incorporado a un nuevo regimiento en septiembre.
Para ese momento, Petiot ya era usuario de narcóticos adictivos.
Delaveau desapareció en mayo y, con posterioridad, varios vecinos afirmaron haber visto a Petiot cargar un cuerpo en su auto.
Petiot ganó, y en ejercicio de sus funciones, malversó fondos públicos.
No obstante, aún conservaba muchos seguidores, y el Concejo del pueblo renunció también en solidaridad.
En 1932, fue acusado de robar energía eléctrica del pueblo y perdió su puesto como concejal.
En 1936 fue designado médecin d'état-civil, con autoridad para redactar certificados de defunción.
[4] Tras la victoria alemana sobre Francia en 1940, se reclutaba a ciudadanos franceses para realizar trabajos forzados en Alemania.
No hubo prueba alguna que apoyara ninguna de estas declaraciones.
Tres cómplices (Raoul Fourrier, Edmond Pintard y René-Gustave Nézondet) conducían a las víctimas al "Dr. Eugène", incluyendo judíos, luchadores de la Resistencia y criminales comunes.
Marcel Petiot fue detenido y torturado; tras lograr ser liberado, se refugió en Yonne.
La chimenea corría el riesgo de incendiarse, pues ya se veían las llamas sobresaliendo amenazadoras, y no tardaron en acudir los bomberos, quienes lograron entrar en la casa a través del sótano.
Los agentes aceptaron la explicación y lo dejaron ir, no sin antes felicitarlo por tener esas dotes de patriotismo.
Su hermano Maurice, quien le proporcionaba la cal, alegó que Petiot la utilizaba contra las cucarachas, pero el enorme volumen de 400 kg suministrados sirvió para inculparlo de complicidad criminal.
A veces, tanto el acusado como el abogado dormitaban plácidamente en sus asientos, e incluso llegó a haber insultos entre la defensa y el acusado cuando este último afirmó que era un defensor de traidores y judíos, a lo que este, furioso, le amenaza con partirle la boca en la misma sala.
[6] El astrólogo, creyendo que los datos pertenecían al propio Gauquelín, describió más bien las características y los hechos de la vida de Gauquelín (psicólogo y estadístico): Gauquelin puso un anuncio en el periódico parisino Ici-París ofreciéndose a enviar gratis «un horóscopo personal generado por computadora, basado en los datos del nacimiento del interesado».