Ya hacia 1680 Franceschini había desarrollado su propio estilo y comenzó a trabajar como artista independiente, muchas veces en colaboración con su cuñado el pintor de quadratura Luigi Quaini o con maestros más jóvenes como Donato Creti.
Durante las siguientes dos décadas trabajó por todo el norte de Italia.
Como pintor mundialmente reconocido en su época, fue hecho caballero por el papa Clemente XI.
Su arte ha sido definido como Barochetto, o sea la fusión del último barroco con el emergente rococó.
A pesar de todo, no hay que buscar su mejor estilo en las grandes obras decorativas, sino en sus pinturas de caballete, que fueron muy solicitadas por las élites europeas en su época.