Formado en el ambiente artístico emiliano, fue aprendiz de Marcantonio Franceschini y Donato Creti en Bolonia y de Carlo Cignani en Forli.
Establecido en dicha ciudad, realizó numerosas decoraciones en palacios y casas nobles.
También trabajó en el resto de Italia, como en Roma, Bolonia, Parma o Piacenza.
En 1726 volvió a Génova, donde realizó las decoraciones del Palazzo Bali-Durazzo junto a Tommaso Aldrovandini, que se encargó de las quadraturas (perspectivas arquitectónicas).
Ingresó en la Accademia Clementina en 1720, de la que fue director durante dos años (1721-1723).