María Hernández Zarco
Era nieta por rama paterna del historiador Juan E. Hernández y Dávalos y bisnieta por rama materna del periodista Francisco Zarco.[2][3] María Hernández Zarco fue simpatizante de Francisco I. Madero, estuvo afiliada al club liberal «Benito Juárez» y fue miembro fundador de la Casa del Obrero Mundial en 1912.[3] Como senador, Domínguez destacó por ser crítico del gobierno de Victoriano Huerta.Esta postura política causó que las imprentas de Ciudad de México se negaran a imprimir sus discursos por miedo a ser clausurados de la misma forma en que lo habían sido otras imprentas críticas con el gobierno.[1] Cuando Belisario Domínguez fue asesinado en octubre de 1913, Hernández Zarco decidió reeditar sus discursos, volviéndolos a distribuir bajo el título «Palabras de un muerto».