[1] Como bisnietas de Enrique VII, María y sus hermanas eran potenciales herederas a la corona.
[6] Dado que la reina Isabel no tenía hijos, las dos hermanas Grey que permanecían vivas eran las siguientes en la línea de sucesión al trono según el testamento del rey Enrique VIII y no les estaba permitido casarse sin la autorización de la reina.
La ceremonia la realizó un sacerdote que nunca fue identificado y el único testigo fue la hermana de Edward, lady Jane Seymour, quien murió poco después de la boda.
Esta, furiosa por la falta de respeto, encarceló a ambos esposos, tal y como hizo con su hermana Catalina, por los mismos motivos.
Al morir Isabel sin hijos, si María hubiera vivido hasta 1603, habría podido sucederla en el trono.