José López Portillo fue testigo del enlace, ya que era amigo de Luis Echeverría.
Pero al mismo tiempo se aprovechó para cubrir otros campos: alfabetizar, iniciar a algunas mujeres en el liderazgo político y, como parte fundamental del programa, preparar parteras empíricas.
[4] En cuanto al cumplimiento del protocolo que era tradicional para la esposa del presidente, María Esther Zuno lo hizo con todo rigor: emprendió con su marido los viajes al extranjero y también efectuó varias visitas ella sola.
Eso se notaba sobre todo en su modo de vestir: una falda y una blusa o un vestido de algodón eran su atuendo y jamás se le vio usar pieles, sombreros o joyas.
[cita requerida] Su cuerpo fue trasladado al que fuera su hogar, en donde vestida con un llamativo traje de tehuana, fue velada por familiares, amigos e integrantes de la nueva y la vieja clase política del país.