María Eliana Ramírez

Ambos padres eran profesores, pero fue su padre quien se preocupó de inculcar y estimular en María Eliana el amor por la naturaleza, mediante largas excursiones y paseos, lo que además la marcó profesionalmente.

Es durante estos años escolares en los que se profundiza la vocación científica de la futura botánica, especialmente por las clases de Ciencias Naturales que recibía en este establecimiento escolar.

En el MNHN encontró una buena acogida para su línea de investigación sobre algas chilenas, no obstante el museo no poseía las instalaciones adecuadas, o bien materiales (algas) para que ella realizara su trabajo.

Tras cuatro años de trabajo, en los cuales María Eliana Ramírez rastreó expediciones que se realizaron en Chile desde el siglo XVIII, a través de una revisión bibliográfica en Chile, Estados Unidos y Europa.

No obstante, asume la posición pensando que desde ella también es posible hacer aportes a la ciencia.

La directora introdujo cambios en la estructura interna de la institución, instalando la gestión participativa, en la cual los trabajadores del museo en su conjunto podrían aportar para el desarrollo del museo, para esto se realizaron talleres formativos para que los funcionarios pudieran hacer aportes efectivos al desarrollo institucional.

Asimismo, diversas áreas del museo trabajarían en un plan estratégico para modernizar el museo, cuyo trabajo conjunto se tradujo en la conformación de un Consejo Directivo, encargado de asesorar a la directora en sus funciones.

Unas fueron las interactivas, y otras las contemplativas, estas últimas dedicadas a la exhibición de las colecciones patrimoniales del MNHN.

Incluso dentro del mismo museo, una vez finalizada la jornada laboral acudía al laboratorio, para tomar contacto con estudiantes e investigadores extranjeros que trabajaban en las instalaciones.

En 2011 María Eliana Ramírez jubiló a su cargo de planta en el MNHN.