María Adela Gard de Antokoletz

[3]​ Este grupo se dedica a averiguar qué ha sido de sus hijos desaparecidos.

Sin embargo, debido a las muchas desapariciones, consideradas una amenaza por el régimen político de facto en Argentina, su madre le aconsejó que renunciara a su trabajo, o salir del país para evitar la confrontación con el gobierno.

[5]​ María Adela no tenía idea sobre lo sucedido a su hijo, y por desgracia nunca lo encontró.

Con el paso del tiempo, las mujeres comenzaron a participar en marchas de protesta, para exigir información sobre las desapariciones.

El grupo representaba un empuje hacia atrás contra el miedo y el silencio que se impuso en la sociedad argentina durante el terrorismo de Estado.

Mientras en Europa, se reunieron con el primer ministro Felipe González de España y el Pte.

M. Adela y las otras madres querían a los responsables de hacer desaparecerbilidad de lo que había sucedido y para darles información sobre lo que le había pasado a sus hijos desaparecidos.

Por desgracia, los que habían sido condenados por violaciones a los derechos humanos fueron indultados en 1990.

[14]​ However, these women kept fighting for their children, and some, such as Antokoletz, continued to protest until they died.

[15]​ Según otros testimonios, ese día sólo estaban dos de sus hermanas: María Mercedes y Cándida Felicia Gard.

[16]​ Cuando falleció María Adela en el año 2002, sólo vivía la última de ella, la menor Cándida Felicia.

Si eso continuase, se predijo que las personas seguirían viviendo en el miedo del régimen opresor.

Ella creía sinceramente que si la Iglesia hubiera intervenido, y tomado medidas en contra de la violencia, muchas vidas se podrían haber salvado.

Por desgracia, nunca supo la verdad sobre lo sucedido a Daniel, pero se suponía que había sido arrojado al río de la Plata, en Buenos Aires.