Manuel Ramón Alvarado

Asumió el cargo poco después de la derrota conservadora frente al derrocado partido radical, antes de que se reuniera el colegio electoral que debía designar gobernador a Honorio Pueyrredón.Durante ambos mandatos se destacó por el fuerte impulso a la inversión pública.[4]​ Pese a que pretendió ejercer algún control sobre los servicios prestados por los ferrocarriles privados, se lo impidió una cláusula específica del Tratado Roca-Runciman (1933).[cita requerida] A este objetivo central se sumaban otros, como el de combatir la desocupación a través de la obra pública pero de manera subordinada a la primacía asignada al rol económico del camino en relación con la producción agraria.La ley estableció también una ayuda federal que se repartía entre las provincias para que aumentaran sus propias inversiones en caminos provinciales, creando sus propias direcciones provinciales de vialidad Entre sus obras emblemáticas estuvieron la pavimentación de las rutas nacionales números 2 y 9, y la Avenida General Paz, que circunda la ciudad de Buenos Aires.Hasta su asunción como Ministro, la única ruta interurbana pavimentada de la Argentina era la que unía Buenos Aires con La Plata.Su sucesor, Roberto M. Ortiz, lo nombró nuevamente ministro de Obras Públicas.Desde ese momento se retiró totalmente de la vida pública.