[1] Contrajo matrimonio con Polonia Amarillo con quien tuvo tres hijos: José Gregorio en 1739, María Martina en 1743 y Casimiro en 1744.
Serían también responsabilizados por cualquier daño que se experimentara en su jurisdicción aunque lo ejecutaran indios de otras naciones, lo que los obligaba a actuar como primera línea de defensa contra los ranqueles.
Entregarían en Luján, aunque contra pago, todos sus cautivos, cada cacique por turnos de dos meses entregaría un hijo como rehén y, finalmente, obligarían al cacique pampa Rafael a aceptar la paz o de negarse traerían su cabeza.
Pinazo ordenó atacar varias tolderías ranqueles opuestas al tratado, cuyos moradores fueron pasados a cuchillo salvo los chicos menores de ocho años.
La expedición marchó por el camino a Salinas y el día 6 de octubre alcanzaron la laguna que los indios llamaron Tenemeche, posteriormente llamada Blanca Grande donde se reunieron con los caciques Lepin y Lincón.
En el combate que siguió murieron 102 indios y solo 2 hombres de la expedición.
Pinazo tomó 4000 caballos, rescató indias cautivas de la tribu de Lincón y tomó dos prisioneros, que interrogados, afirmaron que Guayquitipay planeaba atacarlos conjuntamente con Flamenco.
Había cabalgado cerca de 80 km diarios, una proeza para la época, y causado numerosas bajas a sus adversarios.
Vértiz, el 5 de diciembre de 1770 le expresó su agradecimiento por el "infatigable celo con que castigo Ud a los Peguelchis y demás indiada enemiga (...) logró sorprehender y acabar con porción de Peguelchis y demás indiada opuesta a nosotros (...) Desde luego mandará Usted repartir entre la Armada todos los despojos que habían cojido".
[4] El 17 de julio de 1772 el gobernador Vértiz le daba las siguientes instrucciones:"Para evitar las irrupciones con que segun me avisa el señor Presidente de Chile[5] intentan imbadir varias naciones de Indios de aquel Reyno las fronteras de esta Provincia y aun a esta capital (...) apronte Usted trescientos hombres con los correspondientes oficiales,bien montados y armados, y camine por la Guardia de esa frontera y unido con toda la tropa de ella a la Cabeza del Buey, en que hará alto por ser este parage destinado para el punto de reunión, donde se congregaran los varios destacamentos que a las órdenes de Usted deverán observar, arreglado a las instrucciones que a ese efecto le comunicaré, reconociendo en su marcha, a derecha e izquierda, como tamvien por las Partidas abanzadas, todas las nobedades que distinga, así para precaverse contra toda sorpresa, como para atacar los Indios enemigos en caso de que su situación y numero lo permita (...) procurará Usted recoger todas las cavalladas que a esta Jurisdicción convengan, sin dispensar gracia alguna, por circunstanciados que sean los sugetos a quienes correspondan, pues interesandose la causa comun en esta expedición, se hace indispensable este recurso, como único que se presenta para su apronto y frustrar los designios de aquellos varbaros".
Pinazo efectuó una salida al frente de milicianos y pampas, y en cercanías del río Salado (Guardia del Zanjón) dio muerte al cacique cacique puelche serrano Guayquitripay, padre del futuro cacique Ina Ca Yal.
Los comisionados adoptaron el criterio de medir desde la orilla misma del río Luján, incluyendo así los bañados que había en ella.
El Cabildo de Buenos Aires decidió anticiparse a una probable invasión y Pinazo "en el mil setecientos setenta y seis hizo otra salida a mi orden en seguimiento de los mismos enemigos, que logrando alcanzarlos tuvo igual felicidad y efecto que en la antecedente".
En 1777 se renovaron las conversaciones de paz entre el lenguaraz Villaseñor, enviado por Pinazo a los toldos, y los caciques pampas.
Pero ese mismo año, tras una fuerte invasión realizada en enero Pedro de Cevallos quien asumía el gobierno del nuevo Virreinato del Río de la Plata, envió instrucciones al Cabildo para que estableciera guardias en lugares estratégicos para poner inmediato remedio a las invasiones de los indios.
Pese a ser época de cosechas, la población se replegó sobre los fuertes.
Pinazo supo por el ulmen Chenquihuala (CHeuquehualá) que se había formado una confederación de pampas, tehuelches y ranqueles, unas mil lanzas, que evaluaba dos posibles respuestas: un ataque a la expedición salinera o un malón sobre algún puesto fronterizo.
Finalmente, Chenquihuala mismo encabezaría el ataque contra la Guardia del Monte masacrando la guarnición en la Nochebuena de 1778.
Pero "quebrantado de salud suplicó al Señor Virrey lo relevare del trabajo de tantos años sin que por estos servicios y empleos que ha tenido se le haya considerado sueldo alguno, haciendolos a su costa y mención, con abandono de sus intereses, que hoy representan a la vista bastantemente escasos".
[4] La autorización real para llevar la ofensiva propuesta por Cevallos llegó en 1778, en momentos en que Juan José de Vértiz y Salcedo (1778-1784), tomaba a su cargo el Virreinato.
Pero los grandes hacendados se conformaban con llevarla a la otra banda del Salado.
Seguidamente le pedía aportar "su dilatada experiencia y práctica" en auxilio del comisionado.
Pinazo tenía fama de temerario, eficaz y cruel en su lucha contra los indios.
Ha quedado el Diario de esa expedición escrita esta por el alférez Pablo Zizur.
Ese mismo año de 1790, entregó 47 pesos y 7 reales para el rescate de una cautiva del cacique Caniguan y cinco años después sería nuevamente cabildante.
Cuando le tocó hacer testamento declaró tierras por 22000 varas (más de 18 km) con su fondo en Cañada de Escobar, sin contar una suerte menor sobre el río Luján.
No era grande su rodeo, más bien arrendaba y prestaba dinero.