Esa misma noche ingresó al ejército granadino con el grado de subteniente.
Estando en la cárcel, los presos trataron de paliar su situación para evitar represalias, pero Manuel París le dijo en tono desembarazado a sus compañeros: No se anden ahora excusando ni se den por excusados porque perdimos la acción, y volviendo al diputado Juan Jurado Laynes, le dijo: todos hemos venido voluntariamente y todos traíamos la impresión de robar y matar y .... Algunos días después asistió el general Nariño a visitar la cárcel, y al llegar donde París, el prisionero le dijo: Estos que se disculpan lo están engañando a usted.
Nariño se impactó con la sinceridad del joven teniente, lo abrazó y liberó a los prisioneros.
El historiador Arturo Abella escribió que cuando los demás prisioneros vieron a su comandante regresar vivo de la cena, creyeron que se habían salvado, pero París para no crearles falsas ilusiones, al pasar cerca de ellos, se tocó el cuello con una mano, haciendo ademán de que todos serían degollados.
Genoveva denunció lo sucedido ante don José Martín París Álvarez, padre del menor, quien reprendió a su hijo y le pidió que no jugara más, a lo que Manuel respondió Ramón (uno de sus hermanos) es juicioso porque juega y gana; yo un calavera porque juego y pierdo El otro cuenta que antes de la campaña por Venezuela, Manuel París vivía una situación económica precaria, la cual solucionó y tan pronto como pudo, compró treinta velas e iluminó su habitación.