Manuel Mosquera Garcés

Hijo de Juan Bautista Mosquera Marmolejo y Eulalia Garcés Salas, Manuel Mosquera Garcés nació en la capital del departamento del Chocó, Quibdó, ubicada en la costa Pacífica de Colombia.Su emoción se desbordó primero sobre las revistas del colegio, donde los condiscípulos empezaron a ver, con un puntillo de envidia, artículos firmados por Manuel Mosquera Garcés (...).[6]​[8]​[9]​ En 1933, Mosquera Garcés contrae matrimonio con la bogotana, Emma Pardo Abondano, con quien tuvo tres hijos: Marco Fidel, Ernesto y Cecilia.[6]​ En 1940, editó "Los sueños de Luciano Pulgar, "obra en la que Suárez presenta su pensamiento sobre la literatura colombiana."[10]​ Para mediados de los años veinte, Mosquera Garcés inicia su carrera como periodista en el diario "El Debate.""[8]​ Este libro tiene una segunda edición en la colección Biblioteca del Darién de 1992, proyecto patrocinado por Colcultura.[20]​ En esta última institución, Mosquera Garcés ejerció como profesor de Literatura Española y Filosofía."[9]​ Según Alberto Dangond Uribe, José Gutiérrez y Luis Villar Borda, los motivos que llevaron a Torres Restrepo a tomar este camino fue la vehemencia y claridad con la que "el negro"[22]​[23]​ Mosquera defendía sus convicciones religiosas.[25]​ Su diferencia de visiones acerca de esta interpretación, se ilustra en una anécdota, registrada por la Revista Semana en 1950 la cual es a su vez recordada por Libardo Arriaga Copete, sobre un diálogo entre ambos políticos: "En una noche de copas, su amigo Diego Luis Córdoba le dijo: "Es absurdo, Manuel, que tú, un negro con antepasados esclavos, seas conservador."[6]​[25]​ Según el historiador Pietro Pisano, "la respuesta de Mosquera Garcés demuestra que, más allá de la retórica, la adscripción partidista respondía a un complejo conjunto de factores, en el cual la pertenencia racial representaba un argumento importante, pero no el único (...) Para Mosquera Garcés, era más fácil identificarse con un partido que se apoyaba en los valores en que creía y adaptar su pertenencia racial a ello.[8]​ Por la afiliación a este último gobierno, su carrera como político se ve truncada.Al respecto, Mariano Ospina comentó en 1972 lo siguiente: "A Mosquera se le criticó en un momento dado el que hubiera colaborado con el gobierno del General Rojas Pinilla y le hubiera prestado su apoyo, pero hay que entender ciertas relaciones humanas.[35]​ Entre los artículos publicados, Mario Laserna Pinzón recuerda en su artículo, "Mosquera Garcés y la Hermandad Colombiana: «Para mí constituye un recuerdo imborrable lo que ocurría en medio de ese pequeño grupo: Manuel Mosquera, el Negro Mosquera como lo llamábamos, con su verbo candente y su acerada lógica, explicaba el sentido de un pasaje en los documentos pontificios.No creo que Colombia pueda renunciar al hecho de que grupos políticos e intelectuales nacionales importantes hayan tenido como maestros, como abanderados en su ideología, de su manera de mirar en el país y sus gentes a hombres de raza negra: Para nosotros Manuel Mosquera Garcés, para el liberalismo Diego Luis Córdoba o Natanael Díaz.»[22]​ Por su parte, el expresidente Mariano Ospina comentó en memoria de Mosquera Garcés: « [...] no puede negarse que el doctor Mosquera fue una personalidad eminente por muchos aspectos: católico ferviente y convencido; conservador doctrinario y militante; educador y catedrático; escritor castizo, orador elocuente, patriota esclarecido, de agradable trato a la vez que de gran valor civil y ejemplar exponente del Chocó su patria chica y del pensamiento antioqueño, ya que el Chocó formaba parte de Antioquia, al menos políticamente, en la época del nacimiento de Manuel Mosquera.»[23]​ Sumándose a estas palabras, su coterráneo Joaquín Rodríguez Asprilla escribió: «Hoy ante la reciente realidad del deceso del ameno y versado profesor, me inclino con mayor admiración y respeto a su memoria.Para dar cumplimiento a esta resolución , la Corporación para el Desarrollo del Chocó, asumió la ejecución y dirección de la obra.