Prestó servicio en los primeros años de la revolución en varios cuerpos del ejército patriota, hasta que por su gran prestigio en la ciudad y la recomendación de Pueyrredón se incorporó en 1812 como regidor del cabildo.
En Río estableció contacto con el ministro español, Casa Flores,[4] informándolo acerca de los colaboradores con los portugueses que ocupaban la Banda Oriental.
[5] Tras su regreso, en 1819 se desempeñó como alcalde de 2.º voto, en 1821 fue nombrado representante y luego presidió la Legislatura.
Electo diputado por la provincia de Tucumán junto a Alejandro Heredia, presidió el Congreso Constituyente que sancionó la Constitución Argentina de 1826 y consagró como presidente a Rivadavia.
El establecimiento recibió como donación de Arroyo y Pinedo 2.602 pesos, una muy importante suma en esa época.