Al terminar el mantra, se pasa a la segunda cuenta, siempre haciendo avanzar el rosario hacia delante.
Esta no debe ser tomada entre los dedos (aunque no hay problema en tocarla), sino que se debe girar el rosario completo y comenzar la siguiente ronda con la cuenta con que se terminó (la n.º 108).
[4] Es usado en la tradición budista, principalmente en las escuelas tibetanas, para la recitación de mantras.
Presenta tres divisiones marcadas en las cuentas 27, 54 y 81 dividiéndolo en cuatro partes exactas.
Tiene una cuenta más grande o Guru que es en donde inicia y termina el mala.
Luego estos 18 por las dos formas de experimentar toda experiencia ya sea como apego o aversión nos da 36.
Cuando el ser es capaz de superar estas 108 klesha entonces alcanzará el nirvana o la iluminación.